Si preguntásemos a los residentes de la zona de la Trinidad cómo llegar hasta el corazón de su barrio, con certeza señalarían hacía la única puerta de piedra que existe en el lugar, nos invitarían a traspasarla para encontrarnos al final del camino, con una iglesia de origen fernandino y cuya «Señora» tomó asiento en el paraje hace un siglo para reinar en todos los corazones de los vecinos del lugar.
La iglesia es parte del antiguo Convento de la Santísima Trinidad que a finales del siglo XIX y en un estado semiruinoso pasa a convertirse en la Casa y templo de los Salesianos, que traen un nuevo y decidido empuje a esta deprimida zona urbana de la Sevilla de la época, alentados por la figura de Don Bosco cuyo ejemplo aún hoy sigue vivo al amparo de La que «todo lo ha hecho».
El Santuario constituye el núcleo principal alrededor del cual gira y se centra la labor pastoral, docente y social que esta Congregación, amiga de la juventud, lleva a cabo en los límites de su distrito y traspasa sus lindes naturales para derramarse sobre una ciudad que le acoge desde el primer momento de manera multitudinaria como D. Pedro Ricaldone refiere en su crónica de 1893 «...por la tarde se aparecieron niños en cantidad de 62 que venían alentados por los primeros con los que se tuvieron contacto...» y que en el año de su Centenario ha recibido el honor y reconocimiento de la Comunidad Autónoma de Andalucía al serle concedida la Medalla de Plata el 28 de febrero de 1993.
Esperamos que ésta,nuestra casa, siga siendo bandera y señuelo de identidad de una Congregación que dedica sus esfuerzos al apoyo, acogida y educación de unos de los sectores más discriminados de nuestra sociedad actual y que, sin embargo, constituye la esperanza del futuro.
Crónica de D. Pedro Ricaldone (manuscrito inédito) 1893
(Artículo de www.salesianostrinidad.com)
(Se encuentra situada en la calle María Auxiliadora 18, Sevilla)
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